En uno de nuestros artículos anteriores, os explicamos a grandes rasgos en qué consistía el inbound marketing. Hoy os hablaremos sobre sus cuatro fases principales, y en qué consiste cada una de ellas:
La primera parte del proceso de Inbound marketing, es la de atraer: Generamos contenido, lo difundimos y generamos un tráfico cualificado a nuestra web para más tarde llegar a registrarlo.
¿Cómo hacer esto? Pues para atraer podemos utilizar:
- Debemos cuidar al máximo todos los aspectos relevantes a la web, debido a que esta es la base del inbound, haciendo gran hincapié en su diseño y contenido. De esta manera, si el diseño es bueno, la estancia del cliente será más cómoda.
- La credibilidad. Debido a que si el usuario duda, no podrá confiar en nosotros, haciendo que se pierda ese posible buyer.
- El SEO: Adquiere gran importancia, ya que gracias a él podremos posicionarnos en los buscadores mediante el rastreo y la indexación. Para poder hacerlo correctamente debemos tener claro cuáles son nuestras palabras clave, ya que será a través de estas, la forma en la que nuestro buyer llegará a nosotros. Estas, deberán ser utilizadas en el título y la url de los diferentes contenidos que crees. (Más sobre SEO en este post)
- Blog: Fijamos el tipo de blog que vamos a utilizar, así como el contenido sobre el que esté irá. Debemos publicar contenido con frecuencia, al igual que organizarlo de una manera que sea llamativo. Analizar el rendimiento de este, al igual que sus visitas sería un gran punto para descubrir cómo va la campaña. Para obtener un buen rendimiento, un call to action nunca está de más.
- Redes sociales: Serán nuestros mejores aliados para poder difundir tu contenido, debido a que publicar en ellas no requiere de gran inversión, y pueden generar mayor viralidad que con otras plataformas. Saber elegir cuál utilizar es de gran importancia.
Ahora, ya tenemos un número considerado de usuarios navegando por nuestros contenidos, leyéndolos y compartiéndolos. Pero estos no dejan de ser unos usuarios anónimos, a los que desconocemos. Entonces, es el momento de hacer que estos pasen a estar en nuestra base de datos para así tratar de convertirlos en clientes.
Será en esta fase, en la que se utilizarán recursos para justificar la obtención de estos datos:
Tenemos los datos de nuestro registro, pero aún no sabemos nada sobre si será de utilidad. ¿Ha descargado un contenido por mera curiosidad o por interés profesional? ¿Confía en nosotros? ¿Podemos ayudarle? Es ahora cuando entran en juego las técnicas más sofisticas de Inbound Marketing para cualificar nuestro lead:
Cuando para el cliente empieza la compra, para nosotros termina la venta. Éste suele ser casi siempre el mal comienzo de una relación que se irá deteriorando con el tiempo. La percepción debe ser la misma para ambos; es el comienzo de una relación que debe perdurar en el tiempo e ir creciendo.
Hay un factor fundamental en la mentalidad de servicio del equipo: el servicio se transmite desde todas y cada una de las comunicaciones con nuestros clientes. Para mejorar, satisfacer y seguir siendo “los mejores” debemos tener abiertos todos los canales de comunicación posibles con nuestros clientes. El concepto del “ya se lo he vendido” no es aceptable hoy en día.
Hay que fidelizar, para así poder contar con un cliente asiduo y ese será el último paso del inbound marketing, y llegando a este, habrás triunfado.
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