Muchas páginas web que en su momento contaron con el diseño más vanguardista han visto cómo se quedan atrás y prácticamente obsoletas.
La razón es que no han implementado los cambios que les hubiesen permitido seguir a la vanguardia.
Sin embargo, hay otras cuyos responsables saben que se debe evolucionar constantemente y así lo hacen.
Son los que conocer a fondo las claves del Growth-Driven Design, GDD.
¿Qué es el Growth-Driven Design?
El Growth-Driven Design se centra en rediseñar de forma continua tu web, consiguiendo que se adapte a las últimas novedades en cuanto a diseño y a los hábitos de consumo de los usuarios.
Muchas páginas webs siguen ancladas en el pasado.
Así que diseñan una página a la vanguardia, y durante bastante tiempo casi ni introducen novedades. De esta manera se quedan atrás muy pronto.
Pero cada vez son más las empresas que apuestan por el Growth-Driven Design, con el fin de contar en todo momento con las últimas actualizaciones y para implementar todas las medidas que sean necesarias.
Para lograr estos objetivos, el diseñador web y el responsable de su contratación deben tener una comunicación constante para alcanzar todos sus objetivos.
Te mostramos ya las cuatro claves del Growth-Driven Design.
Las cuatro claves del Growth-Driven Design
Toma buena nota de estas cuatro claves del GDD y trata de ponerlas en práctica.
1. Revisa tu web
Para saber cómo avanzar, primero necesitas saber lo que has conseguido.
Debes hacer un riguroso análisis del diseño de tu página, de marketing y de las ventas que estás consiguiendo.
Es clave para realizar un adecuado rediseño, saber qué se ha hecho con anterioridad, qué funcionó y qué no tuvo tanto éxito.
Debes empezar por sentarte con el diseñador web, con el responsable de tu empresa de la página y con el departamento de marketing.
En esa reunión estudia tus estrategias y los datos obtenidos, registra toda la información.
Cuando analicéis de manera rigurosa este informe sabrás por dónde empezar.
Además, tener claro el punto de partida servirá para conocer los avances que vas consiguiendo.
2. Crea una lista de deseos
Debes hacer una lista de deseos que será el inicio del proceso para rediseñar tu web.
En esa lista debes incluir todos los cambios que quieres implementar: hacer un blog, cambiar el orden de las páginas, añadir llamadas de atención, variar colores, subir nuevas imágenes…
Eso sí, la lista la deben encabezar los asuntos que consideréis tú y tu equipo que son los más importantes.
Por ejemplo, seguro que es más importante hacer un blog que subir fotos nuevas, pero lo más probable es que esas imágenes sean más importantes que cambiar los colores.
3. Diseña un Heat Meap Software
Un Heat Meap Software es un programa que cuenta con dos dimensiones y que sirve para representar el data y los valores.
Te suministra un resumen visual e inmediato de toda la información que precisas para rediseñar tu web de manera apropiada.
Son una gran ayuda para el GDD, y puedes tener acceso a datos sobre tu web que te serán muy útiles para conocer los cambios que debes ir efectuando en tu página.
4. Trabaja con expertos
Está claro que el trabajo de Growth-Driven Design es demasiado importante para dejarlo a la improvisación o a la casualidad.
Tampoco puedes olvidar que es un trabajo de equipo.
Deben participar el diseñador web, el responsable web de tu empresa y el departamento de marketing.
Pero si entre todo ese equipo no hay un verdadero experto en GDD, lo mejor es que contrates un profesional en la materia que te ayude a crear tu estrategia y a ponerla en práctica. De esta forma, el proceso será todo un éxito.
Ahora ya sabes por qué debes implantar el Growth-Driven Design en tu empresa, así que empieza a hacerlo.