¿Cómo adaptar tus contenidos a los diferentes canales?
feb 11, 2019 Ana Aldea

¿Sabes cómo adaptar el contenido para cada canal de comunicación? Facebook, Google+, Twitter...

¿Te resulta complicado llevar una estrategia para los diferentes canales que tienes activos para tu marca?

Aquí te damos algunos consejos para que puedas estar al tanto de las tendencias y transmitir tu mensaje con los mejores resultados. 

A la hora de difundir un contenido debes escoger bien el canal por el que se va a transmitir tu mensaje.

Ya que no sólo importa el qué y el por qué, sino que también debes de tener en cuenta el cómo y el dónde.

Precisamente ésta última cuestión es lo que vamos a intentar explicarte en este post.

En primer lugar, vamos a centrarnos en varios canales de comunicación que pueden ser de gran utilidad si quieres llevar a cabo una estrategia de marketing digital efectiva.

¿Cuáles son esos canales que debes utilizar para comunicar tus mensajes? Te los vamos a mostrar uno por uno.

Además te vamos a contar de qué manera debes presentar el contenido para cada uno de ellos.

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Tres redes sociales que debes usar: Twitter, Facebook y Google+

A día de hoy estar presente en las redes sociales es de gran importancia para cualquier empresa.

En estos medios se consigue una relación más directa y personalizada con el cliente.

Por ello, te permite conocer de primera mano, cuáles son sus necesidades y darles un contenido lo más personalizado posible.

Como todo medio de comunicación las redes sociales deben de cumplir la premisa de formar, informar y sobre todo entretener.

Por lo tanto, nuestra estrategia hacia la creación de un contenido de calidad que entretenga, informe y trate de tener al lector pegado a la pantalla de la primera a la última frase es fundamental.

A la hora de pensar cómo crearemos ese contenido ya debemos tener en mente cómo conseguiremos moverlo para llegar al lector a través de las redes sociales de una forma óptima.

Puesto que cada red social es distinta, no vale lo mismo lo que se publica para Facebook, Twitter o Instagram.

Cada medio tiene sus características específicas. ¿Qué redes sociales debes utilizar?

Podría ser cualquiera pero nos vamos a centrar en Twitter, Facebook y Google +.

Cómo adaptar el contenido a Twitter

La característica fundamental de este Twitter es la instantaneidad y la rapidez con la que caducan los contenidos.

Por eso debe ser tu misión hacer que tu mensaje cale hondo en el público que quieres alcanzar. 

¿Cómo lo hacemos? como primera premisa debemos conocer al dedillo al usuario y definir el target al que nos queremos dirigir, ya que no es lo mismo hacer contenido para niños que para un adulto.

Pero no sólo el texto es importante, sino que muchas veces una imagen vale más que mil palabras, lo que otorgar al espacio visual el espacio que le corresponde también es importante.

Hay que tener en cuenta que si logramos transmitir un mensaje potente y atractivo con una imagen tendremos mucho terreno ganado.

Otra de las oportunidades que podemos hacer en Twitter es crear hastags

¿Para qué? Pues para clasificar por temática de lo que trata nuestro tweet.

De esta manera también podemos conocer qué usuarios están hablando del mismo tema.

Ahora que ya sabes el cómo te vamos a explicar el cuándo.

Para saber cuándo debemos publicar en Twitter tendremos que haber hecho un estudio previo de qué días y a qué horas tus seguidores van a leer tus contenidos, para no escribir publicaciones que solamente vas a leer tú y cuatro personas más.

También debes tener en cuenta que los demás usuarios te mandarán respuestas a lo que publiques por lo que no es necesario que llegues al máximo de caracteres que te permite Twitter.

Los links cortos mejoran el aspecto y la estética de nuestro tweet y ahorra espacio por si quieres añadir alguna cosa.

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Cómo adaptar el contenido a Facebook 

La forma de publicar en Facebook es algo distinta a Twitter.

Un elemento diferenciador es que cuenta con un filtro de publicaciones para controlar que no se publiquen contenido que no aporta valor.

Del mismo modo que nos penaliza por un contenido irrelevante, también nos premia cuando hemos publicado contenido útil para otros usuarios.

Aquí no se valora tanto la instantaneidad del contenido, como la calidad del mismo.

Al igual que Twitter tenemos que intentar generar engagement, por lo que la imagen debe ser un complemento al texto al que acompaña.

Debes también ser muy activo en charlas y debates que se organicen dentro de la plataforma.

Cómo adaptar el contenido a Google+

La red social Google +, además de permitirte citar a otros usuarios, combina tu cuenta personal con páginas de empresa, utilizar etiquetas en tus publicaciones o crea publicaciones propias, te brinda la oportunidad de entrar en contacto con cientos o miles de usuarios y ordenarlos a través de sus círculos.

Conocer estas posibilidades es importante para adaptar nuestro contenido y optimizar nuestra presencia en esta red social.

Ahora que ya sabes algo más de lo que nos ofrece Google+, vamos a ver cómo puedes sacar todo su potencial.

Esto no es Twitter. En Google+ no existe la norma de los 140 caracteres y, por lo tanto, es importante crear expectación y crear intriga en el usuario para que pinche en nuestro enlace.

Un buen párrafo introductorio no va a tener la fuerza visual de una imagen llamativa pero va a ser el complemento perfecto para ésta y si mantener expectante al usuario tenemos muchas posibilidades de que se interese por nuestro contenido.

Además, Google+ te permite elegir los destinatarios de nuestros mensajes y esto es enormemente útil a la hora de adaptar nuestro contenido.

Una buena segmentación nos va a permitir enfocar nuestro contenido de forma diferente dependiendo de los usuarios a los que tratamos de llegar.

Esto, combinado con la posibilidad de incluir call to action (llamada a la acción) te va a permitir optimizar tu contenido a unos niveles muy superiores a los que conseguimos en otras redes sociales.

Google + permite crear círculos a los que se notificarán todas tus actualizaciones de contenido que hagamos.

Esta técnica, aunque es un poco intrusiva puede ser muy eficaz si con una buena selección de los usuarios a lo que queremos dirigirnos.

Si la utilizamos con cabeza es una opción tremendamente útil que nos va a permitir adaptar nuestro contenido al 100% a los intereses de los usuarios y nos va a garantizar una tasa de interacción elevada si elegimos bien a quien hacer llegar los nuevos contenidos.

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El uso de estas etiquetas cobra una importancia especial en Google+ porque además de definir el tema de nuestro contenido y facilitar la búsqueda de información a los usuarios podemos entrar el apartado de “temas interesantes” y multiplicar así la visibilidad de tu contenido.

Seguramente te estarás preguntando ¿Cómo puedes llegar a esta “sección” al resto de usuarios?

Pues adaptando nuestro contenido a la audiencia que pretendemos alcanzar, creando contenido de calidad y pensado en qué temas pueden interesar a los usuarios que nos tienen en sus círculos.

Esa publicación que estás elaborando seguro que puede complementarse con una fotografía gratuita de algún banco de imágenes o por una buena infografía si eres un poco más manitas ¿a que sí?

Pues no olvides que si la imagen aporta un valor añadido al contenido notarás que tu publicación es mucho más rotunda.

A parte de las redes sociales, existen otros canales en los que vas a poder elaborar contenido interesante para tus clientes y de las que te vamos a hablar ahora.

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Otras plataformas: Newsletters y páginas web

Cuando iniciamos una nueva campaña es necesario implantar estrategias de mailing con el fin de entablar una relación muy directa con el cliente y que conozca de primera mano los productos y servicios que le vendemos.

Ahora puede que te surja la pregunta clave: ¿cómo le ofrezco al cliente lo que necesita?

Pues vamos a ofrecerte una serie de pautas para hacer que tu mailing sea efectiva.

Como premisa principal es que le tienes que proporcionar a tu cliente una información, por lo tanto sé informativo.

No te vayas por las ramas y ten claro que el usuario sólo va a leer aquello que le interesa. ¿cómo le das información? pues a través de los posts de tu blog por ejemplo, o por medio de noticias relacionadas con el sector de tu puesto de trabajo.

Una de las cosas que no debes dejar de lado cuando haces una campaña de mailing es que en ese contenido que transmites, tienes que mostrarte tal y como eres, ser lo más natural posible.

Hemos dicho, tienes que dar calidad en lo que ofreces a tus clientes, pero también debes de ser claro en tus mensajes.

El cliente no va a tener tiempo de leer el contenido de tu mensaje hasta que lo entiende, sino que debe cogerlo a la primera.

De ahí la importancia de que los mensajes sean claros.

Cómo adaptar el contenido para una newsletter

Además, uno de los trucos sobre cómo crear contenido para una newsletter reside en la estructura.

Y sobre todo en el orden. Los títulos internos favorecen la lectura y hacen el contenido más digerible por parte del lector.

Esto debes tenerlo en cuenta especialmente porque cada suscriptor de tu lista de email recibe también más mensajes.

Y si lo que quieres es que consuma tu contenido de principio a fin, necesitas resumírselo.

Las primeras impresiones son vitales en todos los ámbitos de la vida a la hora de establecer relaciones. Pero en email marketing lo son más.

Para empezar, los correos electrónicos que incluyen el nombre del destinatario en su línea de asunto tienen mayores tasas de clics que los emails que no lo incorporan.

Si tu asunto no es convincente, interesante, intrigante o provocador, es muy probable que el receptor del mensaje no lea más allá del saludo del inicio del mensaje.

Y eso teniendo suerte de que lo abra.Un error habitual es pensar que la clave del engagement está en el contenido.

Pero en lo que al mundo del emailing se refiere, debes trabajar todos los elementos: desde el asunto hasta tu firma.

Los contenidos de las newsletters deben de pasar por un proceso de curación de contenidos, es decir, tus usuarios deben de saber de qué vas a hablar cada día.

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Aunque tengas miles de suscriptores tienes que recordar que tu newsletter se leerá de manera individual.

Olvídate de hablar en plural y de mostrarte a ti mismo en plural. Es decir, si quieres saber cómo crear contenidos para una newsletter es muy importante que la personalices de manera adecuada.

Y esta personalización trae consigo un trato individual y cercano.

Si tú te diriges a tu lector particular en plural, estará percibiendo que lo mismo que él recibe lo reciben otros tantos usuarios.

Sin embargo, si incluyes su nombre y le hablas de tú a tú, la percepción del mismo cambiará. Así que esto es importante tenerlo en cuenta.

Los lectores saben lo que quieren. Conocen perfectamente qué es lo que les ha atraído de tu marca.

Tu labor ahora consiste en asegurarte de que apuntas todas y cada una de las cuestiones, comentarios y sugerencias que vayan surgiendo y crees contenidos que respondan a esas solicitudes.

Para saber cómo crear contenido para una newsletter que realmente sea válido, no solo debes fijarte en aspectos como la ortografía o el diseño.

Si no abordas temas importantes para tus usuarios, jamás te leerán.

Y un último consejo, no tengas miedo a avasallarlos con mensaje así sabrán que tu compañía es muy activa.

Por lo que tendrás que establecer una media de mensajes al día porque tampoco se trata de cansarles.

Lo interesante para los visitantes a nuestra página web no es quiénes somos, ni siquiera qué ofrecemos, sino qué podemos hacer por ellos.

Más que las características o las ventajas de los productos hay que destacar los beneficios para el cliente.

Se trata de satisfacer las necesidades, los intereses y los deseos de nuestros clientes.

Este enfoque de marketing es obvio pero se olvida con frecuencia. Las empresas tienden a hablar de sí mismas con un lenguaje formal y corporativo que suena a puro marketing.

Hay que utilizar un lenguaje simple y directo, con el tono coloquial que utilizan los posibles clientes.

La web es un producto autoservicio. No tiene manual de instrucciones.

Se deben generar contenidos autoexplicativos y estructurarlos con una secuencia lógica.Al acceder a la web, el usuario debe poder contestar de forma inmediata a las siguientes preguntas:

  •  ¿De qué va esta web?
  • ¿Qué productos vende o qué servicios presta?
  • ¿Qué hacemos diferente del resto?
  • ¿Por qué deben comprar/contratar nuestros servicios?

No hay que dar por hecho que el usuario conoce la empresa; hay que ser capaz de transmitir nuestra identidad y oferta, de forma que, tras un primer vistazo, el usuario sepa qué puede obtener de esa web.

Debemos marcar la diferencia con la competencia.

El usuario se pregunta: ¿Por qué comprar en esta web y no en la de los competidores?

Debemos darle respuesta rápidamente con una ventaja competitiva única, diferente y de mayor valor a lo que ofrece la competencia.

Cuanta mayor es la especialización, mayores las posibilidades de éxito en Internet.

Además del posicionamiento focalizado de la oferta que debe transmitir en general la web de empresa, hay dos componentes donde resulta especialmente importante hacer una proposición única de valor: el dominio y el eslogan de la página principal, denominado tagline en el lenguaje de Internet.

El dominio es nuestro nombre digital. Nada mejor que describir el principal beneficio proporcionado en el nombre del dominio.

El tagline es el eslogan que habitualmente aparece en la parte superior de la página de inicio.

El texto debe ser corto, no más de 8 o 10 palabras y centrarse en el mayor beneficio que el cliente obtiene al adquirir los productos o servicios ofrecidos.

Es muy arriesgado hacer un juego de palabras o frases con doble sentido; mejor ser explícitos, salvo que se trate de grandes empresas, que busquen principalmente el posicionamiento de sus marcas ya que los usuarios conocen la empresa; lo que se necesita es impactarlos para que recuerden el beneficio de lo que se ofrece.

Para facilitar la retención de la información en la mente del visitante es recomendable:

  • Utilizar listados con viñetas o iconos para resumir los puntos importantes: beneficios, ventajas, características, etcétera.
  • Usar etiquetas en los menús de navegación nombrándolas con la terminología común de los clientes y evitando un lenguaje corporativo.
  • Destacar lo más importante en títulos y subtítulos, con negrilla y tamaño de letra mayor. Siempre sin abusar; no se puede destacar todo, sólo lo realmente relevante.
  • Una única idea por párrafo empezando siempre por lo importante.
  • No más de 15 o 20 palabras por línea y no más de 5 líneas por párrafo.Los textos de una web deben ser sencillos claros, con párrafos sin contradicciones y frases cortas. Cuantas menos palabras se utilicen para transmitir un mensaje, mejor. Pues la brevedad es la regla de oro. Recuerda que bueno y breve dos veces bueno.
  • Destacar la idea principal en las primeras frases y en los títulos o subtítulos, de forma que se transmita información de interés, manteniéndose la atención del usuario.

Por un lado,el modo de redactar para Internet es lo que se conoce como pirámide invertida, para diferenciarlo, del estilo de redacción de una novela o una publicación académica.

Este último tipo de redacción se usa respondiendo las 5 w´s del inglés what (qué) where (dónde) when (cuándo) who (quién) why (por qué).

En la redacción de contenidos para webs, primero se expone la conclusión o mensaje principal y luego, para el usuario interesado, se ofrece información complementaria que sustenta la conclusión.

Por otro lado, hay que ser directo. Hay que ir al grano sin ninguna floritura, doble sentido, o por supuesto textos farragosos que exijan el más mínimo esfuerzo de comprensión.

Los términos que utilizan los usuarios en los buscadores para encontrar determinada infor­mación o productos en Internet se denominan palabras clave (keywords, en inglés).

Se trata de palabras por las que los buscadores indexan nuestro sitio.

Es importante que en los contenidos se incluyan estas palabras ya que los buscadores lo tendrán en cuenta a la hora de encontrar la web.

Los contenidos no sólo deben seducir a los usuarios, también a los buscadores, sobre todo Google y Yahoo.

Sin embargo, no se debe abusar de las palabras clave ya que los buscadores podrían considerarlo como una mala práctica y penalizar su posicionamiento.

Además, los buscadores también valoran la utilización de enlaces internos, es decir: enlaces que llevan de una página a otra dentro del mismo sitio web.

Estos deben aparecer claramente como enlaces, generalmente en color diferente al texto.

El usuario debe intuir rápidamente dónde le lleva cada enlace, por lo que es muy importante el etiquetado o nombre.

Lo ideal es que a los enlaces internos se les nombre con palabras clave, que se muestren claramente como enlaces y mejor todavía si tienen un significado que coincide con algún beneficio que el usuario obtendrá si cliquea en el mismo.

Cómo potenciar un post bien redactado en Internet

Textos, imágenes, gráficos, vídeos y funcionalidades son los contenidos habituales de una web de empresa.

Todo lo que no sea texto debe estar enfocado a vencer la gran barre­ra digital, haciendo posible que el usuario tenga una idea lo más aproximada y real de lo que se ofrece, y también facilitar la navegación.

Las imágenes y, sobre todo, los vídeos, permiten hacer demostraciones de producto o transmitir información de una forma mucho más cercana.

La gran ventaja sobre los textos es que exigen menos esfuerzo que la lectura en pantalla.

Por otro lado, la gran ventaja del texto es que permite que el usuario pueda dejar de leer lo que a priori no le interesa y centrar su atención sobre aquello que le interesa.

Como ves existen un montón de posibilidades de crear contenido ahora es tu elección escoger la que más se ajusta a ti y a las necesidades de tu cliente.

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Publicado por Ana Aldea febrero 11, 2019
Ana Aldea